SEGUNDO AVISO
Apenas dos jornadas duró la euforia mojamista. Su inmejorable arranque liguero ha tenido las peores consecuencias posibles, relajación, falta de compromiso y algo de soberbia. Todos sabían que no sería un camino de rosas, pero se han dejado llevar por el exceso de optimismo. Sin embargo, dos derrotas consecutivas les han hecho bajar de la nube. Deben ser conscientes de que se tienen que poner el mono de trabajo, correr y luchar como el contrario si no quieren hacer un ridículo tras otro, como se demostró el domingo.
El ADIL, equipo que aún no había puntuado en esta Liga, se presentó con todos sus efectivos en la cancha del Mercacentro, y dispuesto a dar la sorpresa. Desde el primer minuto presionó la salida de balón de MOJAMA, que unida a la inmovilidad de los delanteros, les hacía recuperar el esférico con extrema facilidad. El despiste general se reflejó en el primer tanto de los visitantes, cuando un saque de banda sin aparente peligro lo enviaba ajustado al palo el cierre del equipo desde prácticamente el centro del campo y sin ser marcado por nadie. Yepes deleitó a la afición con un giro sobre sí mismo y sin mover ni un músculo para intentar atajar el disparo. Caras de incredulidad en el banquillo, nadie se explicaba lo que estaba sucediendo. El segundo llegó en una jugada del delantero “adilero”, que soportó dos duras entradas por detrás de Burgui y con un formidable punterazo batía a Yepes que esta vez nada pudo hacer. Los mojameños no reaccionaban, es más, en un nuevo desajuste defensivo, el pivote rival peinaba el cuero hacia atrás con la coronilla y dejaba en evidencia a Yepes, que midió mal la salida. Al descanso un 0-3 que evidenciaba la desgana mostrada. Ni un solo disparo a puerta, y lo que es peor, no llegaron hasta los últimos diez o quince minutos de la segunda mitad.
A pesar de las rotaciones, el equipo visitante empezó a notar el cansancio y a duras penas MOJAMA intentaba enchufarse al partido. Y en esas estaban cuando tras un contragolpe y un nuevo fallo en el marcaje, subían el cuarto al marcador a puerta vacía. Los mojaminos tiraron de casta y orgullo cuando ya no hacía falta. Aún así, les dejó un regusto más amargo la derrota porque demostraron que podían haber hecho algo más. Burgui tuvo dos o tres ocasiones delante del guardameta que no pudo o no supo materializar. Pudieron cambiar el rumbo del encuentro. Fue Nasti el que culminó de manera formidable una jugada entre Burgui, Teo y él mismo. Controló y fusiló con una volea a media altura. Fueron los mejores minutos, el mismo Nasti no llegó a un pase de la muerte y ADIL mató el choque con una última contra. El definitivo 1-5 suponía una dura y merecida derrota. De cualquier forma, para un equipo recién ascendido, dos partidos ganados y dos perdidos es un balance mejorable, pero bastante aceptable. Deberán seguir trabajando.
ESE CRACK: por una vez lo dejaré desierto
EL DANDI: poca calidad por ambos bandos
EL DURO: Germán, llevó contra las vallas a dos rivales
VAYA DÍA: nadie se salvó, pero me permito una mención especial para Yepes y sus “coupetinas”